De Juana

A veces correr es de cobardes: poner un coche bomba y salir corriendo es de cobardes, correr tras una persona indefensa para pegarle un tiro en la nuca, es de cobardes, pero tener la osadía de ir a vivir en la misma finca en la que viven familiares de tus víctimas, no tiene nombre.
No me puedo imaginar como podría reaccionar si alguien me matara a un ser querido, pero si encima el asesino viniera a vivir a mi finca...
Eso es lo que puede ocurrir el mes que viene en San Sebastián, una ciudad tan bonita por fuera como enferma por dentro, igual que el resto de la sociedad vasca cuyos dirigentes se dedican a discutir sobre el sexo de los ángeles y a hacerse pajas mentales. Sobretodo cuando las bases históricas de esta ideas se fundamentan en hechos poco veraces, lo explica muy bien Pérez Reverte en este artículo.
Este individuo padece dos enfermedades, la primera es el nacionalismo, su caso es un poco extraño por su historial, su padre era de Burgos (fue teniente del ejército franquista y falangista) y su madre de Tetuán (hija de militar). De pequeño jugaba con los hijos de los guardias civiles, que después odiaría tanto como para asesinarlos. Esta enfermedad está aceptada socialmente, pero ha causado más muertos que cualquier otra, sino recordemos los casos de nacionalistas tristemente famosos: Hitler, Franco, Pol Pot, Milosevic, Tudjman y un largo etcétera.
Por otro lado, es muy posible que este individuo sea un psicópata, por lo que una vez saliera de la cárcel debería ingresar en un centro de salud mental.
Es afortunado de ser español y haber cometido sus tropelías en España, si por ejemplo, hubiera nacido en un estado como Texas, del país más avanzado del mundo adalid de las libertades, y hubiera cometido los mismos asesinatos, ahora estaría en el corredor de la muerte esperando a la cámara de gas.
No soy partidario de la pena de muerte, pero tipejos de esta calaña ponen en duda tus más firmes creencias. Eso sí, aprovechando que está en huelga de hambre, si los médicos consideran que va a sufrir mucho, que le apliquen un tratamiento paliativo...
Cualquier cosa menos que pueda ir a vivir junto a los familiares de sus víctimas.